Podría distraernos de la oración del día de todos los santos y de los difuntos. Se ha convertido en una fiesta muy atractiva con disfraces, dulces, trucos, diversiones que nos llaman mucho la atención.
Puede llegar a pasar que se nos olvide lo realmente importante, es decir, el sentido espiritual de estos días.
Cuidemos de no caer en las prácticas anticristianas que esta tradición promueve y no nos olvidemos de rezar por los muertos y a los santos. Sobre todo, teniendo en cuenta que esta tradición se ha metido en el ámbito educativo, ya que hoy puede observarse cómo es promovida en los jardines de infantes. Algo sobre lo cual, padres, docentes y fieles en general debemos reflexionar.
Puede suceder que en los jardines infantes se promuevan vestimentas de santos y testimonios de ellos resultando así una linda fiesta.