“Los resultados son satisfactorios a pesar de queda mucho camino por transitar”, precisó el ministro en declaraciones a Télam y destacó que “todas las áreas del gobierno nacional y provincial se embarcaron en esta cruzada contra el trabajo esclavo, que es la denominación vulgar con que describimos situaciones de trabajo de extrema indignidad, desprotección y malas condiciones”.
Realizó una diferenciación entre reducción a servidumbre, un delito de incumbencia provincial, de trata de personas, un delito de incumbencia federal.
Destacó que “mientras el primero puede ser el caso de una persona que está sometida a determinadas condiciones de exigencia que no le permiten ejercer su individualidad como sujeto, la trata es un delito más complejo, con la planificación de reclutar y explotar gente”.
Cuartango relató que “en distintas áreas y en diferentes ámbitos laborales de la provincia de Buenos Aires detectamos condiciones de trabajo sumamente denigrantes tanto en registración como inseguridad, salud y condiciones de habitabilidad”.
Graficó que “es lo que sucedió con algunas empresas rurales que se dedicaban a la producción de semillas de maíz y traían trabajadores reclutados en Santiago del Estero, Córdoba y Santa Fe”.
“Había gente que lucraba con ellos y empleadores que se dedicaban a la siembra de maíz en Buenos Aires que los hacían trabajar hacinados en campamentos vergonzosos, que carecían de sanitarios y de lugares adecuados para dormir”, precisó el titular de la cartera laboral provincial.
Por otra parte, el funcionario bonaerense graficó que "en materia de salud y seguridad se redujo considerablemente la siniestralidad y la mortalidad laboral".
Relató que "de acuerdo a indicadores de la Superintendencia de Riesgos de Trabajo nacional, en la provincia de Buenos Aires, la siniestralidad se redujo desde 2008 un 20 por ciento y la mortalidad en un 30".
Cuartango contó que “con el ministro Carlos Tomada realizamos el planteo en el Consejo Federal del Trabajo, porque para ponerle coto era necesario un accionar interjurisdiccional” y evaluó que “gracias a la Superintendencia de Riesgos de Trabajo duplicamos nuestra capacidad inspectiva”.
Asimismo indicó que “este año también detectamos situaciones irregulares y trabajo no registrado en la producción florihortícola del Gran La Plata, en talleres textiles y del calzado, y en la cosecha de la papa en Balcarce y Mar del Plata”.
Remarcó que “como ministerio, solamente podemos inspeccionar las condiciones de desempeño laboral, ya sea registración o higiene y seguridad, pero cuando detectamos irregularidades graves, que ponen en riesgo la vida y la integridad física de los trabajadores, procedemos a la clausura”.(Telam)