Estas condiciones tienden a agravarse porque, por falta de lugar, los ejemplares nuevos son embolsados y enviados directamente a un depósito alquilado en el conurbano bonaerense,donde ya suman más de mil bultos.
Todo ocurre sin la menor garantía de cuidado, dado que no están encuadernados, por lo que, según profesionales del área, de no adoptarse medidas urgentes, devendría la destrucción definitiva de este importante lugar de la memoria colectiva de los argentinosque data defines del siglo XIX.