Tras la entonación del Himno Nacional Argentino, el Pbro. Figueroa realizó la invocación religiosa y bendijo la flamante placa que reza: “Gran pastor y hombre que dominó con sus prodigiosos talentos y con la luz de su saber a todos los humildes, ayúdanos a no flaquear ante las adversidades”. El párroco local pidió por la pronta beatificación del Fray Mamerto Esquiú.
Luego, habló la secretaria de Cultura y Turismo municipal, Valle Oyola para referirse a la figura del fraile, destacando su trayectoria, a la par que recordó el famoso Sermón de la Constitución donde pidió concordia y unión para los argentinos, con lo cual su figura alcanzó trascendencia nacional.
Finalmente, las autoridades municipales y los vecinos depositaron las respectivas ofrendas florales al pié del busto de Esquiú y compartieron una “locreada” en la Plaza de la Madre, ubicada a escasos metros de donde se desarrolló el acto.