Su tarea se detuvo repentinamente, en cuanto advirtió unos ruidos en la parte delantera del negocio, emplazado a la vera de la ruta provincial 1.
Según dijeron voceros policiales, cuando pretendió reaccionar, Barrera se encontró delante de una verdadera pesadilla.
Ocurrió al verse rodeado de dos extraños que, inmediatamente, le apuntaron con armas de fuego. En el acto, los desconocidos no dudaron en hacer uso de la violencia.
De este modo, el cuidador fue sometido a golpes, mientras le tapaban la boca para que no pudiera gritar o pedir ayuda a los vecinos del lugar.
Seguidamente, uno de los ladrones se tomó el trabajo de maniatar a Barrera, para ser confinado a un rincón del comercio.
A partir de ese instante, los delincuentes tuvieron el “camino libre” para seguir con su raid delictivo, ensañándose con el negocio, dado que cometieron numerosos destrozos.
El asalto terminó cuando los asaltantes salieron a las corridas y fugaron en una moto, de acuerdo con lo que el sereno llegó a escuchar.
Al instante, la víctima se quitó, por sus propios medios, las ligaduras y recurrió a los vecinos para que llamen a la policía.
Posteriormente, al hacerse un relevamiento de lo sustraído, el encargado contabilizó el robo de $60 en efectivo; un teléfono celular marca Nokia modelo 1100; dos cuchillas y dos chairas.
A la lista de bienes desaparecidos se sumó, para su sorpresa, una cabra viva de tamaño pequeño, que se encontraba en el predio de la carnicería.
Fuente/ elliberal.com.ar
