El hecho ocurrió en 2007, cuando el supervisor lo insultó con una frase discriminatoria al advertir que el empleado había escrito “Boca campeón” en un vestuario, tras el triunfo del club en la Copa Libertadores, incidente que terminó con un enfrentamiento verbal entre ambos.
Según los jueces María García Margalejo y Oscar Zas de la Sala Quinta de la Cámara, “es grave que la empleadora no haya podido tolerar que (uno de los trabajadores) respondiera a los insultos y agresiones relacionados con su color de piel pero soporte y consienta la prosecución de un vínculo con un hombre discriminador y violento”.
“Ante semejante hecho, en vez de despedir a ambos protagonistas de la gresca (y con más razón al supervisor, que fue el inicial agresor), la empresa optó por cesantear sólo a quien resultó ser –al menos inicialmente- el agredido. Podría haber exisitido algún motivo que explicara tal diferencia, pero no fue siquiera invocado”, agregaron los magistrados.
En ese sentido, los camaristas estimaron que “la injustificación del despido proviene de la arbitraria decisión de imponer castigo sólo a uno de los protagonistas del incidente ya que en vez de sancionarse a los dos involucrados sólo se despidió a uno, y ni si quiera se indica que haya tomado medidas con el otro”.
Por lo tanto, concluyeron que "la conducta de la empresa de despedir a uno de los protagonistas -el que fue en primer lugar tildado de "negro cabeza" por el supervisor-, y en cambio mantener al otro en su puesto, sin que se hayan indicado razones que así lo justifiquen carece de justificación y torna indemnizable el despido".
El cajero cesanteado cobrará 23.463,40 pesos más intereses a contar desde la fecha de ruptura del vínculo laboral.
Fuente: minutouno.com.ar