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Jueves 28 de Marzo de 2024
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Jornada de oración por la educación

“Educar es acompañar a los niños y jóvenes a que descubran en su interior el proyecto de Dios que tienen adentro”
(DIARIOC, 21/11/2008) El pasado jueves por la tarde se llevó a cabo en la Catedral Basílica de Nuestra Señora del Valle, la jornada de oración por la educación en la provincia, convocada por la Vicaría Episcopal para la Educación de la diócesis. La misma finalizó con la Santa Misa, presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanč, quien en su homilía destacó el valor de la educación en la formación del ser humano. Ofrecemos a continuación algunos pasajes de la homilía.

Un servicio medular

Hoy estamos celebrando la Eucaristía con una intención que tiene que ser para cada uno de nosotros muy querida en su corazón, muy sentida: es rezar por nuestro sistema educativo, rezar por todos los que están vinculados directa o indirectamente al sistema educativo, a ese servicio medular dentro de cualquier sociedad, como es la educación. ¿Y por qué la educación es medular? Porque la educación pertenece a los padres. Y todo ser humano que viene a este mundo tiene un papá y una mamá, por lo menos biológicos, pero nosotros queremos que también sean papás del corazón, no solamente biológicos.

Los padres

Los padres son maestros netos de un ser humano que viene al mundo. Pero los papás y las mamás no pueden hacer todo. ¿Y qué es lo que hacen los padres? Piden a otros que los ayuden en la educación de sus hijos, y es así como tenemos el sistema educativo en una sociedad organizada. Pero quienes tienen que disponer, tienen que legislar ese sistema educativo son el papá y la mamá, porque ellos son los que tienen el derecho y el deber de educar a sus hijos, el padre y la madre, no el Estado.

El Estado

El Estado es ese sistema que nosotros inventamos para ayudarnos en aquellos legítimos derechos que tiene la familia bien constituida, ése es el derecho natural; la ley natural establece eso. Y el legislador que está detrás de esa ley natural es Dios; y no estoy diciendo nada raro. Ustedes tendrían que sentir así porque son creyentes, porque son personas bautizadas; no estoy hablando a paganos, a gente que no conoce al verdadero Dios; estoy hablando a los que somos hijos de la Virgen María, la verdadera creyente, la excelente creyente.

María Maestra

{adr}Y nosotros queremos aprender de María, a creer como Ella, a esperar como Ella, a amar como Ella, a amar a Dios por encima de todas las cosas como Ella, a servir al prójimo como lo hizo Ella. Ella también es verdadera maestra.

José y María se realizaron como educadores porque nos han dado a Jesús, y de tal manera han educado a Jesús, que tuvo el valor de dar la vida por todos nosotros, y de asumir Él también el rol educativo, la misión que Él realizó de enseñarnos, de mostrarnos el camino que lleva a la vida eterna.

El libro de la vida

Los textos que acabamos de escuchar del Libro del Apocalipsis (Apoc 5, 1-10) y del Evangelio de San Lucas (Lc 19, 41-44) son muy oportunos, providenciales para lo que nos ocupa hoy en esta jornada de oración. El Libro del Apocalipsis, que es difícil de entender, que es un libro con un lenguaje simbólico muy rico, nos presenta esa escena tan expresiva en la que el vidente, que es el autor de este texto, nos dice que él, que se identifica con el nombre de Juan, había visto en la mano derecha de una persona, que estaba sentada en un gran trono en el cielo, un libro escrito por dentro y por fuera. Cuando nosotros hablamos de educación, hablamos de libros ¿verdad? Siempre tenemos libros donde está escrito lo que tenemos que aprender, es el modo como uno puede dejar constancia de algo a lo que después otros pueden recurrir y aprender. Este libro es el libro llamado de la vida, ese libro está diciendo que en esta figura que tiene ese anciano que está en el trono tiene un plan. Es el proyecto de Dios. Eso es el libro. El proyecto de Dios es total, por eso dice que está escrito por dentro y por fuera.

El proyecto amoroso de Dios

Quién es el que puede abrir, develar, interpretar ese plan de Dios: solamente Dios. Por tanto, el Hijo de Dios se hace hombre, para contarnos a nosotros el proyecto amoroso de Dios. Y eso es lo que se hace en la educación. Educar es acompañar a los seres humanos que vienen a este mundo, a los niños, ayudarlos a que ellos descubran en su interior ese proyecto de Dios que tienen adentro. Cada ser humano viene con ese proyecto de Dios grabado, impreso, pero tiene que descubrirlo. El educador, el docente, los papás, son las personas que acompañan al niño a que pueda ir descubriendo el plan de Dios. No es que nosotros le vamos a meter algo al niño, sino que lo debemos ayudar a que lo saque afuera, que es muy distinto.

Educación integral

Por tanto, la educación de nuestros, niños, niñas, adolescentes y jóvenes tiene que ser integral, completa, tiene que abarcar todos los aspectos de la vida de la existencia. Todos. Porque cuando uno de esos aspectos falla y, sobre todo, cuando el aspecto trascendental de la existencia falla, todo cae. Construir sobre roca es construir sobre Cristo.

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