Ataviados de ponchos, los animadores catamarqueños ayudaron a los mayores a recordar los juegos de su infancia. La payana se convirtió en un gran atractivo para los grandes que mostraban sus habilidades a sus hijos. Curiosos, los chicos preguntaban cómo era eso de jugar con piedritas y se divertían intentando agarrarlas antes de que tocaran el piso.
Ninguno, hasta ese momento, había escuchado hablar de ese juego que entretuvo a generaciones de niños norteños.
El pala-pala, danza típica norteña, también fue otra de las actividades que propusieron los talleristas y que animó a bailar y cantar a quienes paseaban por Tecnópolis.
La experiencia, destacaron Bordón y Barrionuevo, fue enriquecedora por la predisposición de los visitantes a jugar y por cómo generó una catarata de recuerdos entre los adultos, que terminaron convirtiéndose en los mejores multiplicadores de la propuesta, enseñando y animando a sus niños a jugar como lo hacían en su infancia.
La participación de Catamarca en el marco del Encuentro Federal de la Palabra se realiza en bloque regional, junto a las provincias de La Rioja, Salta, Jujuy, Santiago del Estero y Tucumán.