Vivió toda su infancia y su juventud en Argentina, enseñó en colegios del interior (Bolívar y Chivilcoy) y en la Universidad de Mendoza (donde aún se conservan sus programas de poesía inglesa y de poesía francesa), y en 1951 partió de modo definitivo a París.
Eran tiempos turbulentos en Francia, hacia el final de las perdidosas guerras coloniales, que terminarían, en 1962, con la independencia de Argelia. Fueron también años de profundas mutaciones para Cortázar, en el campo político y en el literario. En éste, se marcarán con la escritura del citado "El perseguidor", que significó, según sus palabras, "una verdadera bisagra", "mi acercamiento al prójimo". La "nouvelle" forma parte del libro Las armas secretas, del 59. En 1960, publica la novela Los premios, una aguda alegoría de la Argentina, donde se sienten mover las ilusiones y los fracasos de una sociedad que quería emprender el camino del moderno desarrollo económico y cultural.
Fuente: Télam