Aunque la entrevista intentó reflejar al artista a sus 66 años, Julio prefirió hablar de su gran obsesión: el sexo. "Fíjense que yo tenía una cábala, o capricho, o como sea, que era el siguiente: no podía subirme a un escenario a cantar si antes no hacía el amor. Entonces era como un conejito, ‘chaca, chaca, chaca’ y me iba a cantar. Pero era espantoso, porque después mientras estaba en el escenario quería terminar rápido sabiendo que tenía una mujer desnuda esperándome en la habitación", contó.
Sin embargo, el español aseguró que ya está "fuera de carrera". “Si hoy llego a hacer el amor antes de un espectáculo, hay que cancelar el show", agregó.
Sobre la gran familia que formó, Iglesias contó: "Me gusta tanto el sexo que tengo dos generaciones de hijos. Los grandes son una maravilla y ustedes ya los conocen: María Isabel, Julio y Enrique. Pero tengo una generación de ‘pequeñajos’ que me han tomado viejo y a ellos me preocupo de enseñarles pronto lo que les va a pasar tarde en la vida. Les enseño dos cosas: que la sal es mala, que el azúcar es malo, que no hay que fumar, lo malo de las drogas, y lo bueno del sexo”.
Fuente: minutouno.com.ar