Las muestras de líquidos contaminados fueron tomadas la semana pasada por la empresa AySA, que informó rápidamente a la ACUMAR para que tomara las medidas correspondientes, según informó un comunicado oficial.
Con orden de allanamiento, los inspectores Hernán Cardozo y Norberto Gutiérrez realizaron la clausura total de la producción en tanto que AySA procedió a la obturación de todos los conductos que transportaban efluentes hacia el exterior.
La empresa responsable deberá afrontar un complejo proceso hacia su reapertura ya que las órdenes de clausura rigen tanto para el municipio, como para la provincia y ACUMAR, y deberá sumar un proceso penal por la violación de clausura a la que ya estaba sometida, además de responder por la negativa al ingreso del personal de ACUMAR que derivó en una orden de allanamiento.
Fuente: Télam