En la oportunidad, representantes de diferentes instituciones y particulares donaron material bibliográfico a la biblioteca y se descubrió una placa recordatoria, ceremonia que estuvo a cargo del jefe comunal y del obispo emérito.
Durante el acto protocolar, hicieron uso de la palabra la supervisora de Bibliotecas Municipales y Barriales, Claudia Acosta, quien se refirió al proceso de transformación que se dio en la biblioteca perteneciente al Obispado y las actividades que se desarrollaron desde hace un año hasta la fecha.
Seguidamente, se dirigió a los presentes la secretaria de Cultura y Educación, Graciela Zanotti de Marcolli, quien destacó que ”es gratificante ver el resultado del trabajo conjunto de dos instituciones, ya que a través del convenio de cooperación que firmaron un año atrás hicieron posible la habilitación de este espacio cultural”. Al respecto, se refirió a la predisposición de la Iglesia Católica, por intercepción del Obispado de Catamarca, en ese momento representado por Monseñor Miani, y de la municipalidad capitalina, en la gestión del intendente Guzmán, al haber tomado la decisión de abrir al público la biblioteca.
Por último, la funcionaria remarcó que “depende de todos y cada uno de nosotros y del ciudadano mantenerla y mejorarla; su cuidado, promoción, y atención es una responsabilidad que compartimos con quines a diario se desempeñan en esta casa y cuyo ejemplo de compromiso y laboriosidad seguramente se transmitirá en futuras generaciones para que sea esta una mas de las tantas grandes obras de los hombres que transcienden en el tiempo.”