El relevamiento da cuenta además de que, cuando los problemas no son resueltos en tiempo y forma por alguna de las más de 12 empresas tercerizadas del servicio de mantenimiento -cuyos contratos deben renovarse este año-, en el 52 por ciento de los casos son las Asociaciones Cooperadoras las que se encargan de las obras.
"En esos casos, se está pagando dos veces lo mismo cuando la escuela compra el material (a través de la cooperadora) y cuando la empresa cobra por el servicio", afirmó Ricardo Fuentes, miembro de la cooperadora de la Escuela nº 21 Hipólito Vieytes y delegado de Cooperadoras Escolares de la Comuna 1.
"Como la escuela no certifica la realización del trabajo de las tercerizadas, si lo hacen o no, o si lo hacen mal o con materiales que puso la cooperadora, lo cobran como si lo hubieran hecho bien y puesto ellos todo", agregó.
Además, las cooperadoras denuncian que se les ha negado el acceso a los contratos de licitación y reclaman participación en el establecimiento de las prioridades.
En el marco de la Ley de Emergencia de la de la Infraestructura de los Establecimientos Educativos de Gestión Estatal de la Ciudad, entre 2008 y 2013 "se aprobaron más de 2.338 millones de pesos para las escuelas", aseguran, pero esa inyección de fondos no se tradujo en mejoras, porque "las obras se demoran y no se ha utilizado más del 65 por ciento de los fondos comprometidos".
Además, el monto de las partidas presupuestarias destinadas a infraestructura escolar acusan un marcado descenso en los últimos años, y en los períodos en que aumentaron, creció la subejecución.
Así, el presupuesto para infraestructura escolar fue de 727.800.000 pesos en 2011, de 326.300.00 en 2012 y de sólo 266.300.000 en 2013, con la contrapartida que en el primer año de la secuencia sólo se ejecutó el 66,87 por ciento, mientras que en el 2012 y 2013 se utilizó el 70,24 y el 97,86 por ciento de los fondos, respectivamente.
Fuente: Télam