Luego de repudiar los hechos de violencia ocurridos durante el desalojo de tierras pertenecientes al ingenio Ledesma, los obispos remarcaron que “ninguna situación justifica la violencia como mecanismo de resolución. Hechos de estas características no pueden repetirse”.
“Comprometamos nuestros esfuerzos como sociedad para garantizar siempre a nuestros hermanos, especialmente a los que se encuentran en situaciones de vulnerabilidad social, el respeto de sus derechos fundamentales, siendo la vida el primero de ellos. Debemos privilegiar el ejercicio del diálogo y la cultura del consenso para alcanzar el bien común y la paz”, sostuvo el máximo órgano de la Iglesia argentina. (Infobae)