La única vez que la entidad analizó la posible capacidad cancerígena del mate fue en 1991 y desde entonces el asunto no fue estudiado de nuevo.
La conclusión de ese trabajo estableció que la planta del mate por si sola pertenece a la categoría "Grupo 3", es decir "no cancerígena para los humanos", pero el mate caliente se clasificó en la categoría "Grupo 2A", es decir "probablemente cancerígeno a humanos".
No obstante, Loomis aclaró que "la clasificación se basó en limitada evidencia en humanos" de que beber mate caliente está asociado a la aparición del cáncer de boca y esófago.
El miércoles pasado un grupo de expertos se reunieron en Montevideo para pedirle a la OMS que considere revisar o actualizar la clasificación que ubica al mate en la lista de alimentos a su probablemente cancerígenos.
A su vez, ayer hubo un encuentro similar en la Legislatura de Misiones donde directamente se pidió la exclusión de la lista y se resaltó los innumerables los beneficios de la infusión como sus efectos antioxidantes y anti inflamatorios.
Fuente: Télam