El ingeniero desapareció el lunes, tras salir de su domicilio para inspeccionar una obra en construcción en la localidad de San Lorenzo, a siete kilómetros de Salta Capital, y su búsqueda comenzó el martes, cuando su esposa, Sara Yañez, denunció su desaparición.
En la tarde de ayer, personal policial de la División Bomberos y la División Canes ubicó con la ayuda de perros rastreadores el cuerpo de una persona sin vida que no presentaba signos de violencia.
Los voceros detallaron que el cuerpo, que estaba boca abajo dentro de un curso de agua, a unos tres kilómetros hacia el oeste del puente del río Castellanos, fue reconocido luego por los familiares del ingeniero, que era reconocido en el ambiente del rugby salteño.
Una vez concluida la autopsia, el fiscal penal Ramiro Ramos Osorio, a cargo del caso, informó que se descartaron signos que hagan presumir una muerte violenta del ingeniero, y dispuso la extracción de muestras a fin de realizar estudios complementarios, en este caso, de orden toxicológico.
Esto debido a que existen elementos que hacen presumir la ingesta de fármacos por parte de Aguirre antes de producirse el deceso, cuya data fue establecida en un cálculo aproximado de 36 horas antes del hallazgo del cuerpo.
De esta manera, se estima que la muerte de Aguirre se habría producido el lunes al mediodía, según revelaron fuentes de la Fiscalía, que además apuntaron que dada la temperatura del agua y que parte del cuerpo se hallaba semisumergido, el cadáver conservó su estado.
La esposa de Aguirre denunció en la comisaría ubicada en la villa veraniega de San Lorenzo que su marido salió de su domicilio el lunes a la mañana para inspeccionar una obra en construcción y nunca más regresó.
En el lugar de la construcción, de propiedad de la pareja, se hallaron el vehículo del ingeniero y todas sus pertenencias.
A partir de esa denuncia la policía conformó varios grupos de patrulla con efectivos de la comisaría local y de unidades especiales, con la colaboración de Defensa Civil y de Bomberos Voluntarios.
En los primeros dos días, la tarea se extendió con rastrillajes hasta las inmediaciones del río San Lorenzo, la Quebrada de San Lorenzo y las adyacencias, y ayer pasó hacia el paraje Castellanos, luego que un vecino advirtiera el paso del hombre en las imágenes captadas por una cámara de seguridad de su casa.
Fuente: Télam
