"Para funcionar contamos siempre con el apoyo de la Comisión Nacional de Bibliotecas Populares (CONABIP) y del Ministerio de Desarrollo Social, así como también del municipio de Pilar".
Explicó que "la empresa Dart es vecina nuestra y le habíamos solicitado un subsidio para poder avanzar con obras y talleres, pero después de que nos otorgaron ese dinero nos enteramos de que es una de las que litiga contra el país en el caso de los fondos buitre".
Nemi contó que "en la biblioteca estábamos todos contentos con el subsidio de 40.000 pesos porque nos iba a permitir hacer un montón de cosas, pero en la reunión de comisión directiva en la que informamos la noticia uno de los chicos advirtió que Dart era parte de los buitres y después de un debate consensuamos que no podíamos aceptar plata de ellos por más falta que nos hiciera".
"No había forma de que pudiésemos seguir mirando a la cara a nuestros vecinos y hablarles de la comunidad y de la patria si agarrábamos plata de los fondos buitre. De alguna manera vamos a conseguir esos recursos en otro momento, pero lo valores no se compran con 40.000 pesos", remarcó.
"Lo que hicimos fue un pequeño gesto, el que nos correspondía desde nuestro lugar, y es un orgullo que eso sea reconocido en un lugar tan importante como el Congreso", concluyó Nemi.
Por su parte, Larroque señaló que "la decisión de este grupo de jóvenes es un gesto que se vuelve enorme en momentos en que la Patria enfrenta a estos capitales especulativos, es mostrar que hay ideales que no se venden, y un reflejo de un país que está unido en contra de los buitres".
"El Estado va a seguir estando presente en la Biblioteca de la misma manera que lo hace ahora a través del plan FinEs y otros programas culturales y educativos, pero también vamos a trabajar con ellos para ayudarlos a sostener el trabajo que vienen realizando", añadió.
"Palabras del Alma", ubicada en Garibaldi 1754 del barrio Peruzzotti, también apoya a dos jóvenes bibliotecas creadas en 2012 en Colonia Santa Rita y Colonia El Paraíso, en el municipio de San Pedro, en medio del monte misionero.
Además, impulsa y apadrina un espacio de libros en la aldea guaraní Guavirá Poty, también en San Pedro.
Fuente: Télam