El presupuesto destinado por la UE para desarrollo científico tecnológico fue de 50.000 millones de euros para el quinquenio que culmina, y trepa a "80.000 millones de euros" para el siguiente período, con convocatorias específicas abiertas a proyectos cofinanciados con países no europeos", informó.
"Las áreas de interés de Europa son decididas por el bloque, pero habitualmente hablan de las tecnologías de punta como lo hacemos nosotros con las áreas estratégicas de nanotecnologías, biotecnologías y tecnologías de la información y la comunicación", indicó Menvielle.
También destacó la salud, el medio ambiente, y bioeconomía, "que es un área inmensa porque implica todo lo que tenga un resultado económico que se base en las ciencias biológicas, como producción agropecuaria, biorefinería, tecnología aplicada a la producción de plantas y animales, y alimentos".
Menvielle mencionó como áreas de interés para Argentina a la "bioeconomía -con la biomasa y biorefinerías-, la investigación sobre los recursos oceánicos en el Atlántico Sur (en el contexto del proyecto Pampa Azul) y las modificaciones en el medio ambiente por cambio climático".
"Nos gusta la focalización para lograr resultados efectivos, por eso con Alemania trabajamos en biomedicina, medio ambiente, biotecnología, y los resultados derivaron en la creación de un centro binacional común", el Max Planck, que funciona en el Polo Científico Tecnológico, en Palermo.
"Las áreas de interés de Europa son decididas por el bloque, pero habitualmente hablan de las tecnologías de punta como lo hacemos nosotros con las áreas estratégicas de nanotecnologías, biotecnologías y tecnologías de la información y la comunicación",Águeda Menvielle
El área en que la Unión Europea no trabaja es en organismos modificados genéticamente, ya que "hay una creencia en que la modificación genética de una planta genera un monstruo, y la verdad es que no, se trata de cambiarle un gen para que esa planta, en vez de soportar sequías durante 25 días, soporte durante tres meses, con lo cual, la producción aumenta".
"Ahí se arma una línea de acción interesante porque ellos no tienen capacidad de reproducir y trabajar en tecnología aplicada a la modificación genética de plantas y animales, por lo cual la asociación les facilita trabajar en Argentina con nuestros grupos de investigación este tipo de temas", contó Menvielle.
Al crear hace un década la oficina de enlace, el objetivo fue "promover la participación de las pequeñas y medianas empresas argentinas y de los grupos y centros de investigación en los programas de la Unión Europea".
Argentina fue el primer país que hizo en 1999 un acuerdo bilateral para formalizar una relación internacional, existente desde la década del '80.
"Al crear la oficina, se acomodó toda la cooperación; se hacen seminarios de capacitación porque no es fácil presentarse a un proyecto europeo, hay una búsqueda de consorcios y una serie de dificultades que determinan que sea para jugadores que entienden el lenguaje", dijo.
La forma en que la Comisión Europea financia la ciencia y la tecnología es a través de programas marco, que definen las líneas de acción y cuánta plata va requerir el proyecto en ciclos de cuatro años.
El ciclo que concluye exitosamente fue el séptimo, y el octavo que se inicia se llama "Horizonte 2020", involucra un monto para desarrollo científico tecnológico europeo de 80.000 millones de euros e incluye convocatorias específicas para cofinanciamiento con países no europeos.
"A los europeos nosotros le jugamos de igual a igual, si hay que poner un instituto internacional como el Max Planck, lo pagamos 50/50, no somos mendicantes, por eso nos respetan tanto", enfatizó Menvielle.
La mayoría de los proyectos son coordinados por países europeos, pero en la plataforma bi-regional de coordinación de la cooperación entre América Latina y la Unión Europea, terminó siendo Argentina el país que enlaza la red Alcue-Net, que compromete un presupuesto de cinco millones de euros para buscar líneas de investigación de interés entre 19 socios, con normas muy estrictas para el manejo del dinero.
Los diez años de existencia de la oficina de enlace motivaron una serie de actividades que continuarán esta semana en Buenos Aires, que incluyeron un seminario interno de nano pymes de varios sectores financiadas con 19 millones de euros, en el que se evaluó un futuro proyecto de 100 millones de euros para nanotecnología aplicada a la salud.
"Un proyecto inmenso que convoca a la Argentina, Cuba, México y Brasil con la Unión Europea", informó Menvielle.
El próximo viernes se desarrollará la reunión de la comisión mixta con el ministro de Ciencia y Tecnología, Lino Barañao, el presiente del Conicet, Roberto Salvarezza y representantes de la dirección de investigación y desarrollo de la Unión Europea, entre otros participantes.
Fuente: Télam
