Por lo que la educación para todos los niños, al menos hasta la edad mínima se ve claramente restringida, no por el acceso en sí, sino por las condiciones sociales que la limitan a algunos sectores más favorecidos.
La educación sirve para promover la sensibilización sobre la necesidad de luchar contra el trabajo infantil, pero mientras las políticas educativas que luchen contra el problema del trabajo infantil se adviertan y cobijen a los niños comprendidos dentro de la institución escolar, quienes están afuera del sistema deberán seguir con sus actividades laborales cotidianas.