La Cooperativa de Trabajo “San Fernando del Valle”, un proyecto impulsado por la Vicegobernación de Catamarca y cristalizado con fondos del Ministerio Desarrollo Social de la Nación, completó un proceso notable de formación, afianzamiento y crecimiento, que constituye ya un modelo para la región.
Por esta razón, la senadora nacional por la provincia de La Rioja, Ada Mercedes Maza, visitó la provincia para interiorizarse sobre los pormenores del proyecto y recorrer las instalaciones de la flamante empresa.
La legisladora dialogó sobre el tema con la Vicegobernadora Lucía Corpacci, quien en el inicio de su mandato creó el Programa de Incubación y Fortalecimiento de Microemprendimientos, a través del cual canalizó las gestiones de diversos grupos de trabajo.
Entre todos los proyectos que respalda la Vicegobernación, la cooperativa textil es casi un emblema, no sólo por el éxito de la iniciativa sino porque su caso es un incentivo enorme para quienes comienzan a dar los primeros pasos: es la prueba fehaciente de que formar nuevas fuentes laborales desde el compromiso y la organización de los propios trabajadores no es imposible.
Corpacci destacó de la textil San Fernando que “emplea a personas de edades muy diversas, desde jovencitas hasta mujeres de 50 años, lo cual es importante porque se trata de edades en las que normalmente cuesta mucho insertarse en el mercado laboral. Hay mujeres a las que les resulta casi imposible conseguir trabajo y aquí encontraron una oportunidad: esa inclusión es muy importante”.
Explicó además que no se trata de un empleo informal, ya que los miembros de la cooperativa “con los beneficios implementados por la Nación pueden dar facturas oficiales, aportar un monotributo social, y a partir de allí disponen de obra social, realizan aportes jubilatorios y perciben salarios por sus hijos”.
El proyecto “está enteramente financiado por el Ministerio de Desarrollo Social de la Nación, ya que se hizo cargo de la remodelación de la planta, de la maquinaria y también de los insumos”, señaló Corpacci, para añadir que “el mismo ministerio garantiza la salida comercial, ya que acordó la compra de 5.000 guardapolvos mensuales”, pero además hacen otros productos para el mercado local, como “sábanas, toallas, indumentaria deportiva y de folclore”.
La Vicegobernadora comentó que con métodos similares ya se está trabajando en otros proyectos, entre ellos “una cooperativa para la fabricación de productos de cotillón de primera calidad con un grupo de mujeres desocupadas a las que se está capacitando”, y también “se apoyan emprendimientos del interior, para la producción de vinos tinogasteños y otros productos artesanales”.
La senadora Maza, luego de recorrer la fábrica, sostuvo sorprendida que “felicito a Lucía y a los catamarqueños, en especial a estos 60 emprendedores, que están haciendo Patria desde una provincia como las nuestras, alejadas de los centros urbanos pero con muchas ganas de trabajar”.
“Nuestra intención es llevar la experiencia a La Rioja, pero no a este nivel porque nunca ví algo así fuera del ámbito de las empresas privadas. Copiar esto sería un sueño y ojalá que lo pudiéramos hacer, tenemos hombres y mujeres con ganas de trabajar y tenemos entusiasmo para encaminar algún pequeño emprendimiento, no digo como éste porque realmente es impresionante, pero sí en una escala menor”, indicó Maza.
Por su parte, la licenciada Liliana Alvarez, que tiene a su cargo la “incubadora de empresas” de la Vicegobernación, brindó detalles del trabajo realizado.
“¿Cómo se convierte un taller hogareño con dos costureras en una fábrica textil que da trabajo a más de 60 familias?”, se le preguntó, y Alvarez expresó que “Lo primero es organizar el proyecto: si somos dos y queremos ser 60, definamos por qué y para qué. Lo segundo, consecuentemente, sería hacer un análisis de cuáles son los recursos que necesitamos. Y lo tercero es comprometernos, entender que ese nuevo proyecto supone esencialmente muchas horas de trabajo; la convicción de que es posible llevarlo y el reconocimiento de las condiciones necesarias para poder actuar de manera inteligente. Es un poco lo que pasó en ese taller apoyado por la Vicegobernadora Lucía Corpacci a través del Programa de Incubación y Fortalecimiento de microemprendimientos. El gran mérito creo que es su recurso humano, la posibilidad de tener una líder que con visión a largo plazo pudo convocar y seguir, no sin dificultades. Por último, hace falta un buen cuepo técnico, que entienda que para poder construir es necesario cumplir con determinados requisitos: en particular, trabajar mucho a la par de la gente”.
Consultada sobre el tiempo que demandó este trabajo relató que “duró un año, y es nuestro gran orgullo. Transcurrió un año desde que se organizó el proyecto para dar el gran salto de tres a sesenta costureras. Se identificaron las líneas disponibles del Ministerio de Desarrollo Social de la Nación para financiar el proyecto, se cumplieron las condiciones para que el financiamiento se concretara, se capacitó a la gente, se hizo la remodelación de la fábrica, y se consiguió que el propio Ministerio compre 5.000 guardapolvos para que las mujeres que comienzan a producir otros productos tengan recursos y trabajo real para 60 personas”.
En cuanto a la obtención de los recursos para avanzar con el proyecto, precisó que “entre capacitación, insumos, maquinarias, remodelación del local, etc., la inversión realizada fue de 1,2 millones de pesos, y todo el dinero fue aportado por la Nación. La Vicegobernación de Catamarca sumó lo suyo a través del programa de Incubación que dio impulso a este proyecto. Y la provincia lo que hizo fue ceder en comodato por 10 años, a la Cooperativa Textil, un local, que si bien no se encontraba en buen estado se aceptó y fue refaccionado por completo. Las condiciones de precariedad en que estaba el local impedían que fuera utilizado, pero Desarrollo Social de la Nación también solventó la remodelación, que costó cerca de medio millón de pesos. Y el mismo Ministerio le paga al INTI local para que capacite a la gente”.
