"Empecé a escribir porque tenía ganas; al principio no fue una novela sino un montón de escritos, escenas que se iban pintando solas, por placer. Aunque ahora mirada a la distancia el hecho de ser periodista en temas científicos me limitaba, escribir sobre lo que se me ocurriera fue casi terapéutico", contó Henestrosa a Télam.
Al principio, "todo fue muy desorganizado, arbitrario, no había una idea -disparó la ganadora de este premio dotado con 50.000 pesos, una estatuilla de Antonio Pujía y la publicación de la obra- Lo que a mí me impacto en algún momento fue darme cuenta de que mis dos abuelas eran inmigrantes españolas y llegaron a la Argentina muy jóvenes y vinieron solas. Que fuerte ¿no?". (Télam).-