Si bien en algunos barrios periféricos cercanos a la ribera del Dulce se registraron daños aislados, en casi todos los vecindarios capitalinos la lluvia fue recibida con alegría, después de los días de intenso calor.
En el barrio Industria la gran mayoría de los niños no asistió a clases, algunos por la dificultad para transitar las calles, y otros simplemente por quedarse a disfrutar del agua.
“Los chicos se están bañando en el canal desde anoche”, contó Graciela, una mamá que vive frente a al orilla del canal San Martín, que fue el refugio de los vecinos durante los días de calor.
Ahora, con el agua mucho más alta, continuó siendo el lugar de esparcimiento elegido por los más chicos. Héctor, dueño de una despensa del barrio Bosco II, dijo que “la venta bajó hoy porque hay menos gente en la calle y está todo embarrado, pero no me quejo, porque esto lo estábamos esperando hacía tiempo ya, y es importante para la salud, ya no se podía con el calor”.
En moto, en bicicleta, o caminando, cada uno fue a trabajar como pudo, mientras que en los barrios muchos chicos aprovecharon para salir a jugar y llenaron las veredas, a pesar del temporal. Una imagen de alegría que hacía tiempo que el agobiante calor no dejaba ver en las calles santiagueñas.
Fuente/ elliberal.com.ar