Para llegar a las escuelas se atravesaron los caminos que se abren entre el salar y el monte de algarrobos que cotidianamente dan sustento a las familias campesinas de la zona, mayormente dedicadas a la producción de carbón, la ganadería y el trabajo artesanal (en madera) en un entorno adverso por la sequía, el difícil acceso a sus localidades y la lejanía de los centros urbanos.
Al anexo de la escuela 165 “San Antonio”, a cargo del maestro Omar Solohaga, asisten 17 niños alumnos de nivel primario, de los parajes de Agua Grande y San Ramón, quienes caminan hasta 12 kms. Para así acceder al humilde establecimiento ubicado en Guanaco Yaco.
A la escuela N° 73 de Tucumanao a cargo del maestro Julio Cesar Vildoza, asisten 16 alumnos de los puestos de San José, San Jerónimo y Taco Suna, en un radio de 20 km. Finalmente, al anexo de la Escuela N° 66 de Balde de la Pampa, en la localidad de San Roque, concurren 14 niños, a cargo del maestro Jorge Carrizo. Si bien no existe la oferta de escuela secundaria en la zona, los maestros rurales se dedican a contener pedagógicamente a los adolecentes que quieren continuar sus estudios.
El viaje constituyó una experiencia de encuentro entre la entidad gubernamental y las familias y comunidades de Pomán, donde el Ministro Pfeiffer reconoció y agradeció la tarea cotidiana que realizan los docentes rurales. Asimismo se recabaron necesidades para ser gestionadas en diferentes áreas de Desarrollo Social y del Ministerio de Educación, comprometiendo el regreso y la atención de las necesidades de la población.
