A diferencia de las dos marchas anteriores, esta vez se sumaron representantes de otras organizaciones sociales, gremiales y partidos políticos, como la Asociación de Jubilados y Pensionados Provinciales, la Corriente Clasista y Combativa, la Federación de Profesionales Universitarios, la Central de Trabajadores Argentinos y la Asociación de Docentes de la UNT. También hubo referentes políticos, como el legislador José Cano.
En su discurso, los referentes de los autoconvocados repudiaron la amenaza oficial de descontar 20 jornadas laborales de agosto. "Es una forma de presionarnos para que no salgamos a la calle ni protestemos, pero la adhesión popular que recibimos hoy es una clara señal de que lo que pedimos es justo", sostuvo el Doctor Rubén Segovia, del Centro de Salud.
El dirigente agregó que a la marcha asistió un mayor número de representantes de hospitales y de CAPS del interior de la provincia que en oportunidades anteriores. "Han vencido el miedo y se animaron a reclamar; no vamos a bajar los brazos", señaló.
Por otro lado, Adriana Arangio, del Avellaneda, indicó: "lo que pasó hoy es una muestra evidente de que los sindicatos con los que dialoga el ministro de Salud no nos representan. Queremos llegar a un consenso, pero el Gobierno debe dar señales claras de acercamiento, porque ahora nos desconocen".
Además, desmintió el rumor que indicaba que el ministro de Salud, Pablo Yedlin, los había convocado a una reunión para el miércoles de la semana próxima. La protesta culminó a las 13 y luego se reunieron los delegados de los hospitales para analizar los pasos a seguir, confirmando que el lunes habrá una asamblea general en el Centro de Salud.
Fuente/ LA GACETA ©