Autora de decenas de libros en los que siempre incluye sexo, Maxwell aclara que "escribo fantasías, esas fantasías que la gente piensa pero no dice y en su gran mayoría no hace".
Sentada en el patio de invierno de un hotel de Recoleta, Maxwell asevera en una entrevista con Télam que escribe hace 22 años; "comencé a hacerlo por placer, luego de abandonar mi trabajo por problemas de salud de mi hijo menor".
En la paz de la noche y cuando la familia dormía, Maxwell llenaba hojas con nuevas historias que dejaba desparramadas en una mesa y cada vez que venía algún amigo le preguntaba: "¿qué es esto?" y ella respondía: "es casi una novela". "De hecho el título que le puse a la primera cuando la terminé fue 'Casi una novela'", recuerda.
"Mis seres queridos, que me veían feliz escribiendo, me insistieron para que las llevara a alguna editorial pero siempre rebotaba porque los protagonistas de mis escritos eran mujeres fuertes", sentencia.
Con una madre lectora de literatura romántica, " yo no entendía por qué ante ciertas situaciones las mujeres de esas ficciones temblaban o se desmayaban. A mí me crio mi madre sola y ella jamás tuvo tiempo de vivir como los personajes de esas novelas, quizás por eso los míos son fuertes como ella", reflexiona.
Seguramente, en sus "mujeres fuertes" pensó el día que se vio un curso en internet sobre novelas románticas.
"Siempre entregaba la tarea a tiempo hasta la última clase en que no entregué nada y el profesor me llamó porque estaba preocupado; le envié una novela de 300 páginas, quedó tan maravillado que me publicó: el tal profesor virtual era editor", recuerda.
Fuente: Télam