“La mayoría de los alumnos quiere estudiar. Yo no tengo miedo de decirlo. Ellos tienen derecho a tomar el colegio y yo tengo derecho a decir lo que se me dé la gana”, expresó el chico, que todos los días viaja unos 50 minutos desde el barrio de Flores para ir la colegio al que también asistieron su madre, su padre y su abuelo.
“No quiero adherirme a la toma porque se me acumulan las faltas. Mirá si quedo libre. El año pasado nos dijeron a todos que vayamos a las tomas y que nos iban a sacar las faltas, pero nunca las sacaron, sólo fueron justificadas”, añadió en los estudios de C5N sobre lo que sucede con las medidas impulsadas por el Centro de Estudiantes local.
Ramiro duda de la verdadera razón que impulsa las tomas. Plantea como ejemplo una discusión entre los integrantes del Centro de Estudiantes y el rector, ya que el directivo pedía que una asamblea se haga en la última parte del horario escolar, pero los dirigentes estudiantiles pretendían hacerlo en medio de la franja. “Eso es porque cuando termina la asamblea se van todos”, resumió su pensamiento. (Infobae)