Un ice cream soda en la Casa Suiza, el humo de los 43/70, una cena de salchichas frías, paseos por el Botánico, la imagen de la cubierta de "El varón domado", la alegría del topolino o el cabello negro de mamá se imponen con candor y fiereza a la posibilidad de una amenaza de bomba en la escuela, a la palabra picana, al llanto perturbador en la soledad del sillón.
Una muchacha muy bella (Eterna Cadencia) es la primera novela de López, quien ya ha publicado el libro de poemas Bienamado, además de ser codirector del ciclo literario Carne Argentina. Quería construir un vínculo y no hacer una novela ideológica, define en diálogo con Télam.
López vivió su infancia en los 70, siendo un niño respiró la violencia de esos años, perdió a su madre aún pequeño -aunque no en manos de la dictadura- y supo congelar en su memoria momentos que pintan un imaginario colectivo. El núcleo de esta novela le dio vueltas durante años, recién ahora sale a luz y así lo cuenta a Télam.
Fuente: Télam