"Comenzó a llover a las 19 y se prolongó, de forma intermitente, hasta las 23.15. Cayó poca agua, pero el cielo estaba cargado y las descargas fueron intensas", explicó Osvaldo Molina, de SMN. Según los registros del organismo, las precipitaciones se sucedieron a las 2 y a las 6.20. En ambos casos, duraron menos de una hora.
El meteoro llegó acompañado además de fuertes vientos, que por momentos alcanzaron los 28 kilómetros por hora. En general, las ráfagas oscilaron en 20 kilómetros por hora y soplaron desde el este.
A juzgar por los pronósticos, estas lluvias y el clima inestable se quedarán hasta el sábado. Tanto el SMN como el Laboratorio Climatológico Sudamericano -a cargo de Juan Minetti- anticipan clima lluvioso para el resto de la jornada y para el viernes. El sábado habrá una mejoría, aunque se mantiene la probabilidad de meteoros.
Las temperaturas no serán precisamente bajas, pero tampoco tan extremas como las que se vivieron estos días.
Lo cierto es que lo que ocurrió con el tiempo durante las últimas horas fue un anticipo de lo que será una constante en diciembre y enero. El sol intenso y las tormentas que sacudieron a los habitantes de varias partes de la provincia comenzarán a alternarse con frecuencia de ahora en más.
Finalmente, las lluvias caídas hasta ahora fueron insuficientes para lograr el equilibrio hídrico de los suelos y de las cuencas, explicó Minetti. Añadió que a fines de diciembre, tras cuatro o cinco tormentas, se alcanzará cierto equilibrio.
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