"Hubo algunas resistencias" para incorporar mujeres "pero era una realidad que se venía y como institución madre del boxeo no podíamos desconocerlo. Nos adaptamos", reconoció a Télam Edgardo Codutti, secretario de la Escuela Argentina de Box.
Fue él quien "me sorprendió por el buen recibimiento que me dio cuando vine a inscribirme para hacer el curso", compartió Pamela Querejeta Leiva, periodista y una de las futuras árbitras.
La presencia femenina en la mesa de jueces y en el arbitraje se hizo realidad a partir de 2002 cuando Mirta Jara y Marta Méndez se incorporaron como alumnas y hoy son juezas en el amateurismo.
Este cambio en el mundo del boxeo "me hace sentir acompañada, no sólo abajo del ring, también arriba, porque yo tuve que pelearle al machismo del deporte", reflexionó la Tigresa, en un país que llegó a tener 11 campeonas mundiales.
En el año 2006, Olga Meza y en 2008 Romina Arroyo, se convirtieron en las primeras árbitras. La primera en el boxeo amateur y la segunda en el profesional, donde ya lleva arbitrando "más de 5 títulos mundiales", destacó Codutti.
"Arriba del ring me siento cómoda, confiada, segura", contó Analía Maradona, quien se recibió el año pasado y acaba de ser reconocida como la mejor árbitra en el Torneo Nacional de Boxeo Amateur realizado en Formosa el mes pasado.
Esta actitud es considerada "fundamental" por sus futuras colegas, pues "una es responsable de dos personas que practican un deporte en el que se tienen que pegar, y hay que cuidarlos y tomar decisiones en segundos", reflexionó Querejeta Leiva.
Su compañera, la abogada Julieta Gómez Martí llega a la clase de práctica sonriente y maquillada "porque no hay que perder la feminidad. En el boxeo hay machismo, es difícil meterse en un mundo de hombres, por eso veo esto como una gran posibilidad para la mujer", dice.
"Intrigante y apasionante" calificó la otra aspirante, Corina Devoto, su opción por el arbitraje boxístico, mundo que no desconoce ya que es periodista deportiva, oficio que la ayudó a deducir que "es más peligroso un torneo de esquí o el automovilismo que este deporte. Hay que desmitificar".
Todas coincidieron en que es necesario "romper con el estereotipo de ´machonas´" y valoraron la buena relación con sus compañeros, ya que si bien "hay comentarios acerca de la vestimenta de la mujer árbitro, o de cómo subir al ring sin agacharse demasiado para evitar dichos del público, es un grupo respetuoso, somos iguales", valoró Querejeta Leiva.
"Me imagino glamorosa arriba del ring y trabajando para cambiar reglamentos que puedan condicionarnos como mujeres en este deporte", confesó Gómez Martí.
Ellas suben al ring, revisan los guantes de los boxeadores, les recuerdan el reglamento y comienzan a arbitrar con voz potente: "box" parar y reanudar la pelea y "break" para separar a los deportistas, bajo la atenta mirada del profesor que les marca cómo pararse, qué mirar y cuando detener el round.
Para Querejeta Leiva, el boxeo "es una metáfora de la vida. Es la lucha por crecer como persona, la lucha interna y la forma en que nos relacionamos con el resto. Un "stop" no es solamente un alto a la pelea, es un ´acá estoy y tengo algo para decir´".
Fuente: Télam
