Frente a las críticas que recibió el personal de Bomberos, el principal responsable del territorio de la capital, Jon Stanhope, pidió ser cuestionado personalmente en lugar de los bomberos que, subrayó, arriesgan su vida para combatir el peor incendio forestal de toda la historia de Australia.
Cuatro personas murieron y cientos de personas resultaron heridas el sábado, debido a los incendios, que también destruyeron unas 400 casas de los barrios de la zona oeste, lo que obligó ahuir a unas 2.500 personas. (Télam)