Según los datos que arrogó el último estudio de la consultora especializada IWSR, no sólo el consumo de vinos y cervezas premium creció el año pasado, sino también bebidas espirituosas, en pleno descubrimiento por el paladar sofisticado argentino, según publicó El Cronista Comercialen su edición impresa de hoy.
En los bares y restoranes argentinos ya es común escuchar la especificación del cliente: el vino no sólo debe ser tinto, también debe ser malbec o cabernet de tal o cual bodega y de esta o aquella cosecha: mientras que la cerveza no sólo tiene que estar fría, también debe ser de esta o aquella marca y nacionalidad.
Ahora también, en aquellos lugares, los consumidores que buscan nuevas –y caras- experiencias también comienzan a pedir vodka, whisky, ron, gin, tequila y grappa, de calidad superior, las mejores producciones de los lugares más distantes del mundo… ¿el precio?, no importa… sirva nomás.
Así es que los importadores se animan a traerwhisky Royal Salute 38 años a 3.800 pesos la botella, o gin Blue Rib bon a 170 pesos, también el Ultimate Vodka a 350 y las grappas italianas Alexander, de entre 185 y 350 pesos. Es que los motivan los números de 2008.
Durante el pasado año, y según los datos de IWSR, el consumo de wiskies y vodkas Premium, creció un 30 por ciento, mientras que el del ron y el del gin de alta calidad lo hizo, en promedio, en un 45 por ciento. Una tendencia que, todo indica, se consolidará este año, mientras se espera que el chubasco económico internacional pase al sabor de un para nada mal trago.
Fuente:Minutouno.com
