Este crecimiento de la oferta de este tipo de “atención”, tiene su correlato con la demanda, pues según lo pudo comprobar EL LIBERAL a través de una recorrida por estos lugares,, cada vez son más los santiagueños que acuden a estos “curanderos”, “chamanes” o como se dieran en llamar, con el propósito de buscar alivio o solución a sus problemas personales.
“Un 80% llega por problemas sentimentales, buscan que vuelva con él el ser amado o que se ‘amarre’ para siempre”, confiesa uno de los curanderos consultados.
Una habitación con escasa iluminación, varios rostros desencajados en una pequeña sala de espera, y algún que otro sonido extraño que sale de la pieza principal, es el paisaje que presentan los locales donde estas personas atienden a los afligidos “pacientes”.
Según una dama que se manifiesta como vidente, “el amarre no existe”, como tampoco “es verdad que se pueda hacer un trabajo que dé sus resultados en dos días o en pocas horas”. Lo asegura como para marcar distancia con sus colegas de la competencia.
Consultada sobre el principal problema que le plantean los santiagueños en su consultorio, indicó que “una gran mayoría llega por problemas de amor”.
“Vienen tanto hombres como mujeres, porque su pareja los ha dejado, o porque creen que los engañan. Ese es el principal problema que presentan cuando se los atiende. Este es un trabajo que lleva su tiempo, y no es cierto que se vean soluciones en pocas horas, lo que pasa es que la gente llega muy desesperada y se deja mentir. Día a día se van viendo los frutos del trabajo”, asegura.
Comentó que ella realiza rituales espirituales acompañado con medicina natural, porque también llega mucha gente con problemas de salud, laborales o de impotencia sexual.
En cuanto a las edades de las personas que acuden por su servicio, dijo que generalmente son de entre 25 y 40 las que llegan con problemas de infidelidades, y que incluso “personas de 60 años quieren hacer volver al ser amado”.
Magia negra
En los avisos se ofrece sin problemas realizar trabajos de magia negra para “amarrar y traer al amor imposible”, y uno de ellos, con acento centroamericano (la mayoría lo tiene), asegura que “la gente llega muy desesperada y está dispuesta a todo”, cuando se le pregunta si realiza esta práctica con asiduidad.
“La gente que viene aquí, llega dispuesta a todo, busca una solución a cualquier precio y no tiene miedo, porque si con la magia negra deseas el mal a alguien, eso puede volverse en tu contra, pero no les importa. Buscan la felicidad a cualquier costa”, asegura.
Coincide con su colega vidente en que el principal planteo que le realizan los santiagueños tienen que ver con el desengaño amoroso.
“Los que más me visitan son personas que han sido engañadas y quieren saber algo de la persona con la que su pareja le ha sido infiel, o bien directamente hacerles algún daño. No llega gente por cuestiones laborales, salvo quienes quieren que algún negocio les salga bien”, reveló finalmente el curandero, que atiende también en ciudades del interior.
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