La amistad, las novias, el recuerdo de los jóvenes que se fueron de la provincia a estudiar en otra ciudad, son algunos de los motivos para las reuniones en barrios, donde se aprovechan las vacaciones para reunirse a cantar y recitar.
Quienes hoy tienen más de 50 años recuerdan las serenatas que se daban en los balcones de las casas bajas, cuando todavía no existían los edificios de varios pisos y San Salvador tenía muchas calles de ripio.. (Télam).-