"Lo único que hice fue firmar", recuerda la mujer, de 55 años. En diálogo con LA GACETA, Cisneros aseguró que cuando le dieron la tarjeta de débito para cobrar la asignación de $ 1.200, la dirigente Leticia Malangoni se quedó con el "plástico".
"Fui a su casa a pedir la tarjeta, pero salió con $ 200", relató. Cuando reclamó, según dijo, le advirtieron que los $ 1.200 debían ser compartidos con otras cinco personas. Malangoni, ayer, recuperó su libertad.
Fuente: La Gaceta