"Todo el mundo está bien de salud. Estábamos en un maravilloso barco, muy cómodo y bien equipado con un montón de cosas que hacer. Creamos un ambiente increíble", dijo el profesor Andrew Peacock a su llegada a tierras australianas.
"La Antártida es un lugar impredecible, así como las cosas que pueden suceder allí", agregó Peacock, citado por EFE.
El barco ruso Akádemik Shokálskiy quedó varado en la víspera de Navidad con 52 pasajeros, entre ellos varios científicos australianos, neozelandeses y tres latinoamericanos (uno de ellos argentino), y 22 miembros de la tripulación.
Los pasajeros fueron rescatados el 2 de enero con ayuda de un helicóptero del rompehielos chino Xue Long, que los transportó al buque australiano "Aurora Australis" en un complejo operativo que se vio complicado por las condiciones meteorológicas.
Pero después el barco chino también quedó atrapado en el hielo antártico, al igual que el navío ruso, lo que motivó a Australia a pedir ayuda a un rompehielos estadounidense, hasta que el 7 de enero pudieron liberarse y navegar por sí mismos.
Fuente: Télam
