"Al llegar a la habitación para embalsamarlo nos dimos cuenta de que las piernas se movían ligeramente", dijo Howard a CNN, tras confesar que es la primera vez en doce años que le sucede algo así. Desesperados, llamaron a la ambulancia. Los médicos comprobaron que estaba vivo.
Según explicaron los médicos, Williams tenía implantado un marcapasos que se habría detenido. Horas después, volvió a funcionar cuando estaba en la bolsa. "Su hora aún no había llegado. Damos gracias a Dios", dijo su hija Martha Lewis.
Uno de los nietos contó que llamó a la funeraria para averiguar cómo sería la ceremonia. Y recibió la respuesta más insólita: "Todavía no. El abuelo sigue aquí".
Fuente: tn.com.ar