En el final de su presentación el conjunto conformado por Alejandro Ontivero, Fabián Medina, Martín Rodríguez, Cristian Oses y Damián Niffeler tuvo la acertada idea de subir al escenario al joven músico local Freddy Romero -que les entregó la imagen de la Virgen del Valle para que guíe el camino del conjunto córdobes- y juntos ofrecieron un cierre con clima festivalero con clásicos como Malagueña y El Aventurero.
En la misma sintonía se llevó a cabo el show de Canto 4, que dejó en claro el porqué del cariño de los catamarqueños para con estos salteños. Juan Peñalva (bombo y voz), Facundo Rufino (guitarra y voz), Rodrigo Villarreal (guitarra y voz), e Iván Vera (guitarra y voz) apelaron a un repertorio bien peñero, donde estas cuatro voces se mostraron con colores distintos, bien amalgamadas, armonizadas y con mucha fuerza, a lo que se sumaron arreglos musicales que van desde lo simple de la guitarra y el bombo, hasta partes muy bien logradas y complejas con guitarras acústicas, bajo, y percusión. Abrieron su actuación con Piedra y Camino, para dar lugar después a Perfume de Carnaval, Sombra Herida y dejar un espacio para interpretar el himno local Paisaje de Catamarca. La comunicación con el público era plena, lo que impulsó a un cierre que impactó fuerte: la interpretación a capela de Nochera, Zamba de la Esperanza, y la López Pereyra. Ovación con un público de pie y ya esperando un nuevo encuentro, en alguna otra fiesta festivalera.
Entre los artistas catamarqueños se destacó la presentación de Ariel Segura. Este joven artista sobresalió en el escenario mayor y confirmó su constante crecimiento artístico, que ya le ha permitido trascender las fronteras locales. Canto del Camino, Mala Vida y De Catamarca Vengo fueron algunas de sus canciones, tras lo cual interpretó una selección de chacareras recordando a la vieja formación de La Junta, con Leo Eschmuller y Marcos Saavedra, quienes en la noche del martes también subieron a escenario acompañando a Segura. Un momento especial y emotivo.
Clima santiagueño
En el cierre de la noche, también dijo presente Hugo “El Cuervo” Pajón, este bandoneonista que interpretó clásicos del folclore santiagueño, al que le aportó coreografía y danza generando prácticamente un clima de salamanca arriba del escenario mayor. Junto a su banda musicalizó su propia historia, que refleja su identidad, creando el clima adecuado para su público a partir de la fusión de sones y ritmos que generan una música natural y que además invitan a la danza.
La Callejera, la formación cordobesa liderada por Ariel Andrada, Carlos Layana y Guillermo Herrera, se presentó por segundo año consecutivo en el Poncho y trajo a escena su clásico repertorio, que se encuentra estructurado con versiones musicales que reflejan la identidad de cada región del país. Así, se escucharon De Chaco Soy Señor, Yo Vendo Unos Ojos Negros, Calle Angosta, Eterno Amor, Jota Cordobesa, y Puerto Tirol, entre otros.
La noche del martes también contó con la presencia del grupo fiambalense Ayken, Marcos Saavedra, la paclinense Florencia Tula, La Orquesta Criolla, Tomás Álvarez, el humor de Carlos Tapia, El Vendaval, la coplera puneña Lola Rodríguez, y Ecos del Litoral. Además, se presentaron los Ballet El Junco de la Secretaría de Deportes, INTI Sumaj, Despertar Gaucho y Semblanzas. Todos, a su manera, dejaron su sello en este Poncho 2014.
Promediando la noche, la artesana Guillermina Zarate, de Fray Mamerto Esquiú, recibió un cálido homenaje por su trabajo y presencia en la mayor fiesta cultural de los catamarqueños.
Fotos: Secretaría de Cultura / Ariel Pacheco y José Díaz
