A través de la presentación de los informes realizados por la bromatóloga del organismo, explicó que los alimentos entregados “no son aptos para el consumo humano porque aún cuando no estaban vencidos, los mismos se encontraban contaminados”, al mismo tiempo que aseguró que “no existe discrecionalidad alguna en el destino de la mercadería decomisada, a la que como utilidad residual, sólo puede destinarse a consumo animal”.
En este sentido, presentó copia de las actas de entrega realizadas a organismos como el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) y algunos particulares que solicitaron la donación para su utilización como alimento para animales.
Ante este hecho, Torres de Mansilla informó que con el fin de seguir transparentando aún más la gestión de los recursos y darle una utilidad residual a la mercadería que sea decomisada, “a partir de ahora se procederá a entregar únicamente a entidades, instituciones, programas del Estado u organizaciones con las que se firme convenio y que requieran la mercadería para alimentar animales; ya no se entregará a particulares”.
La funcionaria explicó que el problema de las plagas que contaminan los alimentos es una situación corriente en todos los casos en los que se manejan alimentos secos, ya que al momento de la entrega puede no detectarse a simple vista la existencia de plagas y después explotar la larva. “A partir de la descarga en los depósitos, la Secretaría cuenta con un periodo de garantía en el que ante un brote, el proveedor repone la mercadería. Pasado este periodo, se debe realizar el decomiso”.
“El objetivo es poder reducir el acopio de mercadería en un mayor porcentaje a través de la implementación de los Vales Pro-Familia en los municipios del interior en los que las condiciones estén dadas, encontrándose previsto en la Programación 2008 que de las 29.681 familias empadronadas, prácticamente 24 mil sean asistidas con Vales de Compra y sólo 5600 con Cajas Pro-Familia”, finalizó.
El decomiso
Por su parte Marino Varela, director de Control de Calidad y Stock, área a cargo de los depósitos informó que la Secretaría cuenta con profesionales bromatólogos que constantemente está realizando controles de la calidad y aptitud de los alimentos para determinar eventualmente la existencia de algún contaminante, además de contar con un servicio de desinfección, desinsectación y desratización que permite controlar la proliferación de otras plagas.
El procedimiento a partir de la detección de mercadería contaminada, “consiste en separarla del resto para evitar que contagie a otros alimentos, y se procede a tratarlos con productos autorizados, que permiten eliminar la plaga y recuperar la mercadería. Lo que se recupera vuelve al depósito original y lo que no, pasa a decomiso en otro depósito”, explicó el funcionario.
