Tres de los vehículos atacados fueron interceptados en el Cementerio de Villegas, donde les rompieron las lunetas y les golpearon la carrocería.
Las otras dos unidades sufrieron rotura de parabrisas y lunetas en Retiro y la Avenida Madero, donde personas que se movilizaban en motos les arrojaron bujías a los vidrios.
"Nosotros tuvimos que parar por esta circunstancia de ataque a las unidades y gracias a Dios la Policía, el Ministerio del Interior y el gremio nos garantizaron la seguridad y salimos a trabajar de vuelta", dijo Ojeda.
"Los compañeros lo primero que quieren es la seguridad. Uno viene a trabajar, como nosotros respetamos a otras organizaciones gremiales que se precien, ellos también deberían respetar al que viene a trabajar", agregó.
En diálogo con Télam, algunos de los choferes reunidos en los talleres de la cabecera de la línea aseguraron que algunas unidades estuvieron dos horas sin circular, hasta que estuvo garantizada la seguridad.
"Hubo compañeros que los amenazaron en el recorrido también. A uno le cruzaron un Gol, a otro una EcoSport y les dijeron que se cuiden porque iban a seguir rompiendo colectivos", contó el chofer Carlos Barreiro.
Para el delegado de la UTA en la línea 126 "la medida de fuerza dispuesta por la CTA y la CGT disidentes es un posicionamiento político".
"Si uno hace memoria, para ellos antes la presidenta (Cristina Fernández de Kirchner) era buena y ahora no lo es más, no se sabe por qué", añadió Ojeda.
El delegado gremial dijo que "el sentir de toda la UTA es que hay que apoyar a la Presidenta y a este movimiento nacional y popular, porque este fue el único gobierno que dignificó a los trabajadores".
Fuente: Télam
