Y explica: "En muchos de estos cuentos lo fantástico irrumpe en lo cotidiano, pero no todos son fantásticos, hay cosas de la pura realidad. Creo que hay cosas que no se pueden explicar, que se escapan a la lógica. Eso es lo que me preocupa en la escritura".
Lidia Nicolai nació y vive en Buenos Aires.
Es licenciada en Ciencias Físicas y en Psicología por la Universidad de Buenos Aires, donde trabaja como docente desde 1974. Ha publicado cuentos en varias antologías de nuevos narradores, recibiendo diversas menciones y premios en concursos literarios.
- ¿Hay una unidad temática en los cuentos?
- Cuando empiezo a escribir no pienso en ningún tema en particular, se me vienen las ideas solas. En general parto de alguna imagen y ahí aparece el cuento, a veces llega entero, como que se escribe solo. Pero hay diferentes resultados. Uno hace un primer borrador y después trabaja sobre eso; a veces, la diferencia entre la primera escritura y lo que finalmente queda es bastante grande.
La idea general no varía, pero sí el desarrollo. Uno va puliendo el relato. Cuando alguien me dice que cierto cuento está bien escrito pienso que es porque hay mucho trabajo de corrección. Esta es una selección de cuentos que escribí entre 2006 y 2013, pero no los elegí por la unidad, sino porque son los que me parecen más acabados.
- En el cuento "Carmela" trabajás con un tema tradicional de la literatura: el doble.
- Ese cuento ganó el Primer Premio del Concurso de Cuento y Poesía 2010 de la SADE, porque al jurado le pareció muy original el tratamiento, pero yo no le daba mucha importancia, nunca sé qué nivel tiene lo que escribo. El tema del otro está bastante trillado en la literatura, pero en principio surgió de un sueño: estoy en mi casa, salgo a comprar algo, y cuando vuelvo mi casa ya no está.
- ¿Qué lecturas formaron parte del proceso de escritura?
- Creo que los escritores que uno lee se van incorporando, si uno quisiera escribir como Poe, Cortázar o Borges no creo que podría, al menos yo no podría, pero el hecho de haber leído mucho desde chica hace que esas lecturas sean parte de mi forma de escribir.
La relevelación de la lectura y la escritura fue algo grandioso para mí, y nunca lo abandoné. Me gusta mucho el cuento y la novela policial, trato de trabajar con la intriga. Me gusta lo que hace Guillermo Martinez y tambié Samanta Schweblin, tiene cuentos raros. También clásicos como "La muerte en Venecia" de Thomas Mann, un relato que me hubiera encantado escribir, es impresionante.
- ¿Cómo es tu relación con la escritura?
- Cuando tenía 14 años me presenté a un concurso literario donde en el jurado estaban Marta Lynch y Bioy Casares; no gané nada, pero Lynch vio que yo era la más chica del concurso y me recomendó escritores norteamericanos; me dijo que yo tenía facilidad para escribir, pero que lo hacía muy desde mí, y me remarcó que un buen escritor escribe poniéndose en el lugar del otro.
Siempre leí mucho, estudié otras cosas como física y psicología, pero empecé a escribir sistemáticamente, todos los días, desde el 2006. Ahí resolví que una parte mía es la escritura y que tenía que hacerlo siempre.
Fuente: Télam
