Ya desde el ingreso de los alumbrantes de esta celebración, el colorido se fue poniendo de manifiesto. Los jóvenes portaron banderas y estandartes con lemas a favor de la Familia, mensajes éstos que fueron puestos a los pies del altar como primeras ofrendas.
Se vivieron momentos de emoción y alegría durante la Santa Misa, presidida por el Obispo Diocesano, Mons. Luis Urbanc. El primero de ellos fue el ingreso de la Palabra en medio de cantos y palmas, iniciando el primer momento fuerte de la liturgia.
En su homilía, Mons. Luis Urbanc instó a los jóvenes a superar los fracasos propios y de la sociedad, alentándolos a enfrentarlos y aprender de estas situaciones.
Tomando el mensaje del Evangelio sobre la multiplicación de los panes, el Obispo llamó a los presentes a dejar de lado el costado demandante a Dios.
En el momento de la oración de los fieles, las peticiones tuvieron otro momento distintivo al hacerse cantadas.
Sobre el final de la Eucaristía, el Obispo comentó que Mons. Elmer Miani se encontraba de camino a su casa, resaltando que sólo se trató de una falta de irrigación, que le ocasionó un desvanecimiento, pero ya estaba recuperándose.