Durante su homilía, luego de referirse al Evangelio del día, destacando el amor de Dios a los hombres y su pregunta por el amor que le tenemos, el Padre Quiroga del Pino hizo alusión a la tarea de preguntar que desarrolla el periodista, manifestando: “Que el Señor sea quien aliente esa tarea de ustedes, para que sean partícipes de la humanidad; de la vida de los hombres; de sus derechos y ciertamente de sus obligaciones; de los actos de la convivencia humana, en la cual no siempre se reflejan bondades. De lo contrario hay que ponerlas, porque hemos de descubrir en la comunicación el corazón del hombre, apuntar a ello, preguntar por ello. De modo que nosotros también seamos partícipes de la verdad, pero la verdad siempre significa la unión con la bondad, la bondad que sostiene el amor. Porque la pregunta es si amo. Y amar implica entonces la disposición de mi vida”.
Asimismo, afirmó que “ciertamente no nos encontramos todos los días con alegrías o razones para tenerlas, sin embargo, sí hay siempre una primera razón que es causa de nuestra alegría, la presencia del Señor. Entonces, la comunicación entre los hombres y la comunicación entre los pueblos en un mundo que se hace cada vez más chico, justamente por las comunicaciones, debe encontrarnos a nosotros dispuestos a transmitir a los hombres esta realidad constante: que el hombre tiene alcance de divinidad. Muchos no lo saben, muchos quizás no conozcan o podamos incluso ser tema de discusión, si tenemos certeza de quiénes somos, llamados por el Señor a vivir en Él y vestidos de gloria, sabemos muy bien cómo comunicarnos y qué comunicar. Le pidamos al Señor que sea Él razón de esta verdad, y que la tarea de ustedes se transforme en belleza, porque la belleza es fruto de la bondad que quiere la verdad que conoce”.
“Hoy la celebración la ofrecemos por los comunicadores sociales, por el periodista, cada uno de ustedes y muchos de sus compañeros. No se trata de noticias de hechos tan solo, no se trata de redes tan solo, sino de personas y en eso no estamos solos. Entonces que sea de fraternidad, de convivencia y de amor mutuo”, manifestó el Vicario General de la Diócesis.
La Eucaristía tuvo una especial participación de los trabajadores de las comunicaciones sociales, quienes guiaron la celebración, proclamaron la Palabra de Dios y acercaron las ofrendas al altar.
Antes de finalizar la celebración, el sacerdote bendijo los obsequios que se entregó a los presentes, como también los instrumentos de trabajo. Como cierre compartieron un brindis fraterno.