El aumento de las quejas por suciedad coincidió, además, con un paro de 48 horas que los recolectores hicieron en octubre y que dejó a la Ciudad al borde de declarar la emergencia sanitaria y con la basura de cuatro días acumulada en veredas y esquinas.
Los barrios que más quejas fueron Parque Avellaneda, Liniers y Mataderos además de Lugano, Soldati y Villa Riachuelo.
En cuanto a la inseguridad, las quejas sumaron 31.803 y sobre el arbolado que incluye ramas que se acercan demasiado a las ventanas, los llamados sumaron 25.598 reclamos según informa el diario Clarín.
Estos rubros, con la basura, concentraron el 53,59% de los pedidos. El resto lo completaron aceras, pavimento, transporte, plazas, y los reclamos que se hicieron dentro de las villas, un rubro nuevo que contempló problemas internos y que representó el 7,61% de las quejas. (Infobae)