Lucía felicitó a Rosita y en su nombre a todos los artesanos catamarqueños, a quienes calificó como “un orgullo” para la provincia, y consideró que es todo un reconocimiento que en representación de la República Argentina se haya elegido un producto artesanal catamarqueño para llevarle a Su Santidad Francisco.
Rosita le detalló a la Gobernadora el proceso de elaboración del poncho, y le explicó que desde el hilado hasta el prolijado final, le demanda alrededor de cinco meses de trabajo.
La mujer, oriunda de Belén, contó con orgullo que el año próximo cumplirá 50 años de matrimonio, y que junto con su marido, un albañil jubilado, educaron a sus hijos y construyeron su casa en base al trabajo.
Agradeció además a Lucía Corpacci “por todo lo que hizo y hace a favor de los artesanos, que ahora nos sentimos reconocidos y apoyados”.
Cuando la jefa de Estado compartió con el secretario de Gabinete, Fidel Sáenz, la inquietud de buscar un poncho para ofrecerlo como regalo al Papa Francisco, el funcionario le compró a Rosita la prenda que llegaría a manos del primer Pontífice argentino, Jorge Bergoglio.
Lucía le expresó a la artesana su admiración por el talento de sus manos y la calidad de lor productos que elabora, reconocida internacionalmente.
Emocionada, Rosita le obsequió una prenda de vicuña a la jefa de Estado, y comentó su anhelo de tejer un poncho para la Presidenta de la Nación. La Gobernadora acompañó la iniciativa, y se comprometió a adquirir el material para que la artesana pueda concretar ese deseo.
