Fernández, que en la vida política de Pomán es un histórico adversario del actual ministro de Gobierno, ex intendente de la localidad, no dudó en afirmar que el cambio en las declaraciones de Tello responden a “una evidente manipulación política de una causa en la cual la actitud de la dirigencia debiera ser la prudencia”.
“Más allá de las diferencias políticas que tuve y mantengo con el ministro, lo cierto es que inobjetablemente es un simple hombre de familia. Aquí podemos discutir y estar en desacuerdo, pero para todo hay límites: no se pueden adjudicar delitos o sembrar ligeramente sospechas de esta clase contra una persona”, opinó Fernández.
“Lamento mucho que dirigentes políticos se hayan involucrado en la defensa penal de un imputado, que vean propicia la creación de un escenario político y que no reconozcan limites de ninguna naturaleza. Se puede estar de acuerdo o no con una gestión, pero somos muchos los que no compartimos esta manera de hacer política”, finalizó.