El Atlasur VIII se desarrolló del primero al 10 de noviembre a 90 millas de Mar del Plata. El despliegue implicó la movilización de 1400 hombres, 9 buques, 2 submarinos y 6 aeronaves navales.
Como maquinista y motorista del destructor “Brown”, el puesto de trabajo de Gerardo se encuentra en la parte de abajo del buque; por ello, apodan a los marinos de su especialidad como “los topos”. “La vida de maquinista motores siempre es entretenida”, adelantó.
“Las máquinas en todos los buques son similares, sea una corbeta, un aviso, o un destructor”, contó el catamarqueño sobre su especialidad. Lo que más le gusta de la Marina es ser maquinista, confesó; y su navegación más larga fue a Brasil.
Gerardo tiene 42 años y forma parte de la Armada Argentina desde los 18. “Necesitaba saber de qué se trataba, no conocía el mar, y tenía muchos conocidos en la Marina pero ningún familiar”, habló sobre su ingreso hace 24 años atrás.
Nació en Santa María y allí se encuentra toda su familia, su mamá Sara y sus 5 hermanos, a quienes visita asiduamente. Es egresado de la primaria 114 que recuerda con cariño.
Gerardo como todo marino tiene un destino itinerante y hoy vive cerca de la Base Naval Puerto Belgrano donde está apostado el “Brown”, en Punta Alta --localidad al sur de Buenos Aires-- con su esposa Julia y sus dos hijos Damián de 12 y Jeremías de 9 años.
“Extraño Santa María, entre valles y rodeada por cerros y ríos”, recordó el lugar de su infancia. “Jugábamos todo el día en el río cuando éramos chicos”, agregó. Dijo que si existe un plato típico en Santa María es el asado.
Este marino de Catamarca seguirá sirviendo muchos años más en la Armada Argentina porque aquí encontró su vocación; “servir a la patria es estar a disposición, nos preparamos para eso y para eso estamos”, concluyó.
Sobre el ejercicio internacional Atlasur
Las unidades navales que participaron fueron, de la Armada Argentina, el destructor ARA “Almirante Brown”, las corbetas ARA “Espora”, ARA "Rosales" y ARA “Spiro”, el multipropósito ARA “Punta Alta”, el buque tanque ARA “Ingeniero Krause” y el submarino ARA “Salta”. De la Marina de Brasil participó el destructor BNS “Constituçao”; de la Armada de la República Oriental del Uruguay, la fragata ROU “Uruguay”; de la Armada de Sudáfrica el buque SAS “Drakensberg” y el submarino SAS “Charlotte Maxeke”.
Además participaron un helicóptero Fennec de la Primera Escuadrilla Aeronaval de la Armada Argentina –embarcado en el “Brown”--, otro helicóptero Super Lynx –a bordo del “Constituçao”-- y un SH-32 Orix –en el “Drakensberg”--. Y como parte de las operaciones aéreas y antisubmarinas, por parte de nuestro país, se sumó un Sea King de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Helicópteros; un avión Super Etendard, de la Segunda Escuadrilla Aeronaval de Caza y Ataque, un avión P3 Orion de la Escuadrilla Aeronaval de Exploración y Vigilancia, y un avión ST Tracker, de la Escuadrilla Aeronaval Antisubmarina.
Durante el ejercicio se efectuaron operaciones combinadas, comunicaciones, simulaciones y guerra electrónica sobre amenazas supuestas, tanto en superficie, aéreas, como submarinas.
Tras zarpar de Puerto Belgrano, en los primeros días de navegación se realizó calificación de pilotos, control marítimo, tiro antiaéreo y contra blanco remolcado, y adiestramiento de submarinos; además de diversos zafarranchos de incendio, recuperación de hombre en el agua y ejercicio de VRC (Visita Registro y Captura).
Ya en la zona de operaciones frente a Mar del Plata se planteó la hipótesis central del adiestramiento: tácticas de bloqueo marítimo. Al atardecer del sábado se dieron por finalizadas las actividades.
“La conclusión permanente que uno saca de este tipo de ejercicios es la importancia de estrechar vínculos de amistad, porque a pesar de las diferentes culturas, las armadas en general tenemos una idiosincrasia parecida y eso nos une en el mar”, dijo el comandante argentino del grupo de tareas, capitán de navío Fernando Beccaría.
