La convocatoria, que reunió a unas 1.500 personas, se llevó a cabo en el Club Tiro Federal de la ciudad de Belén, y estuvo organizada por Parroquia Nuestra Señora de Belén y el Colegio Virgen de Belén.
A las 18.30 se congregaron las imágenes, que llegaron acompañadas con misachicos, y a las 19.30 se ofició la Santa Misa presidida por el Cura Párroco, Pbro. Pablo Batallán, quien en su homilía expresó: “Con gran alegría, Dios me permite vivir este gran acontecimiento y digo acontecimiento porque esta palabra tiene un significado especial (acontecimiento es aquel hecho de la historia donde Dios mismo se revela como el que ama a su pueblo, lo salva y lo libera). El Concilio ha sido un acontecimiento y el Santo Padre encuentra la oportunidad en él de canalizar su preocupación y recordar lo que el Concilio dejó como mensaje y guía para caminar en esta etapa de la historia”.
En otro tramo dijo que “el Catecismo es presentado como un testimonio viviente de los discípulos del Señor y releerlo es entrar en contacto con la fe vivida por el pueblo de Dios. Como hoy este gran puñado de jóvenes y niños que llegaron para manifestar su fe es muy emocionante. Este es un tiempo donde esta ‘puerta abierta’, nos lanza a una relación íntima y celebrativa, que alaba y agradece a Dios por el don maravilloso de la fe y de su iglesia. Un año y un llamado a relacionarnos de corazón y espíritu, a re-enamorarnos del Dios de la vida, en la Eucaristía, la Palabra y en los relatos de fe de tantos hermanos que nos han precedido, a redescubrir la alegría de crecer y volver a encontrar el entusiasmo de comunicar la fe, pues ésta crece cuando se vive como experiencia de un amor que se recibe y se comunica como experiencia de gracia y gozo”.
Dirigiéndose a los jóvenes, los exhortó a que “le demos un voto de confianza a Dios, vivamos la experiencia del Centurión, de los discípulos de Emús, y tantos otros ejemplos. La fe se va educando en familia, se va enriqueciendo en la liturgia, se la vive en comunidad. Ojalá este año de la fe nos animemos a encontrarnos”.
Finalizada la celebración eucarística, distintas instituciones brindaron sus cantos, danzas, poesías y representaciones referidas a la fe.
La jornada se vivió en familia con la alegría de manifestar su fe.