En el grupo se encontraban tres pequeños sordomudos, quienes participaron de la Santa Misa a través del leguaje de señas. Fueron momentos muy emotivos para toda la comunidad reunida en torno al altar.
Durante su homilía, el P. Bulacio dijo que “Jesús proclama la vida más allá de la muerte. Él es la Vida y la Resurrección. Dios es un Dios de vivos, por eso tienen que ser buenos, solidarios, generosos, decir siempre la verdad, ayudar a los padres en la casa, rezar todos los días en las comidas, al salir y volver a la casa, al levantarse o acostarse a dormir, ir a misa hasta que sean viejitos. Que la muerte nos sorprenda estando en gracia de Dios. Todo esto nos hace ver hoy la Palabra de Dios, que algún día vamos a morir, pero que tenemos que hacer obras buenas. Recuerden, chicos, que cada vez que hago el bien a alguien me gano un lugar en el cielo .Todos estamos llamados por Dios a vivir con Él”.
Asimismo, manifestó que “la Eucaristía, la Primera Comunión que hoy recibirán, nos ayuda para llegar hasta Dios, nos ayuda a caminar con esperanza al encuentro de ese Dios que es amor, que nos quiere tanto, que es Dios de vivos y no de muertos, que nos quiere cerca de El. Hoy vamos a pedir al Señor esa gracia para tratar de ser mejores, perseverantes y ser niños cristianos misioneros de la Palabra de Dios, que es la fuerza viva del Resucitado, en sus vidas y en sus familias”.