Pasadas las 17 30, las campanas comenzaron a repicar anunciando que el Cristo de Mailín salía en procesión, y miles de pañuelos en alto saludaron el paso de la imagen por las calles de la Villa. Ojos llenos de lágrimas por la emoción, miraban fijos la cruz que desde lo alto irradió su bendición a los peregrinos. Ya en el árbol histórico, y durante su homilía, monseñor Torrado Mosconi, bendijo y saludó a los fieles, y pidió que “cada uno llevara a sus hogares y comunidades la bendición que han recibido en Mailín.
“Ustedes, peregrinos, deben propagar la fe que se vive en este lugar. Transmitan el amor de Jesús y de su Madre, la Virgen María. Debemos hacer una patria de hermanos, nuestra Nación nos necesita, debemos ser todos en verdad discípulos y misioneros de Jesucristo. Debemos construir una patria entre todos”, enfatizó.
Fuente: elliberal.com.ar