Todo comenzó a las siete de la mañana de ayer, cuando varios vecinos que viven en la calle Lorenzo Facio al 300 se comunicaron con el Comando Radioeléctrico para denunciar que en una casa ubicada en esa misma cuadra se estaba realizando una ruidosa fiesta privada que había comenzado en la noche del sábado pasado.
Según las denuncias receptadas por la Policía, el volumen de la música era tan alto que les impedía conciliar el sueño.
Dijeron que la fiesta había comenzado a las diez de la noche del sábado y continuaba desarrollándose con la misma intensidad en las primeras horas de la mañana de ayer.
También informaron los vecinos que cuando fueron a solicitarles a los responsables de la casa que bajaran el volumen de la música, habrían sido amenazados verbalmente por varios menores de edad que se encontraban ebrios, a quienes se habría sumado la propietaria de la vivienda y madre de la adolescente que cumplía años, quien también habría manifestado aliento etílico.
Resistencia
En respuesta a las sucesivas denuncias registradas por el Comando Radioeléctrico, pasadas las siete de la mañana un móvil policial con dos efectivos se dirigió al domicilio en donde se desarrollaba la fiesta, con precisas instrucciones de hacer cesar los ruidos molestos.
Sin embargo, cuando llegaron, encontraron una cerrada resistencia, y lejos de acatar la orden subieron el volumen de la música en forma desmesurada.
Ante la insistencia de los dos policías, desde el interior del domicilio salió una mujer que se identificó como la dueña de la casa, quien los habría increpado duramente mientras trataba de impedir que se cumpla con la medida.
Según el relato de vecinos que se encontraban en la zona, la mujer, que habría estado alcoholizada, se habría puesto muy violenta y habría intentado agredir físicamente a los policías, apoyada por varios menores, quienes también habrían estado alcoholizados.
Ante el cariz que iba tomando la situación, los policías optaron por retirarse y solicitar el apoyo de efectivos del Escuadrón Táctico, y del Comando Zona Sur y Centro.
Cerca de las 8 de la mañana, arribaron al lugar varios policías pertrechados con escudos y cascos con la intención de poner fin a la fiesta y desalojar a los ocupantes de la casa.
En el lugar también se hicieron presentes inspectores de Calidad de Vida de la Municipalidad de la Capital ya que los dueños de casa no contaban con habilitación para la realización del evento; así como efectivos de la División de Prevención y Protección contra el Alcoholismo, quienes constataron la presencia de menores alcoholizados.
Amenazas
Pese a la fuerte presencia policial, la propietaria de la casa se negó a concluir la fiesta, e incluso algunos menores que se encontraban alcoholizados tuvieron la osadía de amenazar a los uniformados con evidentes intentos de agresiones.
También fueron amenazados los inspectores municipales, entre los que se encontraba una mujer, quienes fueron protegidos por los policías que habían arribado al lugar.
Según se consignó, durante el procedimiento de desalojo se produjeron incidentes y forcejeos, lo que no pasó a mayores porque los policías evitaron la confrontación y, finalmente, a las 9 de la mañana consiguieron que la dueña de la vivienda depusiera su actitud beligerante y acatara la orden de hacer cesar la música y dar por finalizada la fiesta de cumpleaños.
Fuente: elliberal.com.ar
